Woody Allen siempre se ha movido entre la comedia y el drama, "Melinda Y Melinda" era una buena prueba de esto. Si bien "El Sueño De Casandra" tiene mucho más que ver con "Match Point" que con la mencionada anteriormente. Y es que esta última película trata sobre el drama familiar, el juego, el amor, la religión, el honor y (por encima de todo) la moral.
Ewan McGregor y Collin Farrell dan vida a dos hermanos con ciertos apuros económicos. El primero es un altivo aspirante a hombre de negocios, mientras que el segundo tiene un grabe problema con el juego. La solución tratarán de encontrarla en su tío, un empresario de cirugía estética que ha montando un pequeño imperio en California y en China. Una visita de este a Londres alumbra las expectativas de los dos hermanos, pero no podían esperar que el pago por este dinero sea matar a un ex-trabajador de su tio apunto de hundir su imperio.
Los hermanos aceptan (son altas las necesidades económicas) y en ese momento entran en un delicado drama: el asesinato simboliza cruzar una línea de la que no hay vuelta atrás aunque logre hacer desaparecer sus problemas. Así Woody Allen nos presenta la problemática de llevar a cabo esta acción a través de unas increíbles conversaciones entre ellos. Un dilema moral (ascender en la escala social a cualquier coste) que hundirá y separará a los hermanos para acabar en un sorprendente final.
Desde luego no es la mejor película del director pero sobresale a la hora de exponer la fragilidad de la moral humana y lo débil de la carne.
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